Soporte Remoto y en Sitio

Tanto el soporte de TI remoto como el en sitio son esenciales para el funcionamiento de las empresas. La elección entre uno y otro depende de la naturaleza del problema, la urgencia de la solución y las preferencias del usuario. Idealmente, una combinación de ambos enfoques puede ofrecer una cobertura completa y eficiente, garantizando que todas las necesidades tecnológicas de la organización se manejen de manera adecuada.

Rapidez de Respuesta
95%
Acceso a Expertos
98%
Reducción de Costes:
96%
Flexibilidad Horaria
90%

Soporte de TI Remoto

El soporte de TI remoto se refiere a la asistencia técnica proporcionada a distancia, utilizando herramientas como el software de acceso remoto, el correo electrónico, el chat y las llamadas telefónicas.

Soporte de TI en Sitio

El soporte de TI en sitio implica la presencia física de un técnico en el lugar donde se necesita la asistencia. Aunque puede ser más costoso y llevar más tiempo, tiene beneficios únicos.

Implementación y Configuración de Infraestructura de Red

La implementación de infraestructura de red es el proceso mediante el cual se establecen los componentes físicos y lógicos necesarios para que una red funcione de manera eficiente. Este proceso incluye la configuración de routers y switches, la instalación de cableado estructurado y la integración de sistemas de seguridad de red. Una infraestructura de red bien diseñada es esencial para garantizar la conectividad y el rendimiento óptimo de los recursos tecnológicos de una empresa.

Mejora del Rendimiento

Una red bien diseñada y configurada asegura una transmisión de datos rápida y eficiente, lo que se traduce en una mayor productividad.

Seguridad de la Información

Implementar protocolos de seguridad avanzados y utilizar firewalls protege la red de amenazas externas y posibles vulnerabilidades.

Escalabilidad

Una infraestructura de red adecuada permite una expansión fácil conforme la empresa crece, evitando interrupciones en el servicio.

Confiabilidad y Disponibilidad

Minimiza el tiempo de inactividad y garantiza que los sistemas estén siempre disponibles para los usuarios.